Desde hace años nuestra Facultad de Filosofía y Letras necesita una reforma que no llega. Una reforma que asegure a los estudiantes que pueden acudir a clase sin temer porque el techo se les pueda venir encima. No sólo hablamos del desplome de la calidad educativa y de sus instalaciones, hablamos de la seguridad de los alumnos, de nuestro derecho a acudir a clase en las condiciones que nos merecemos. 
Esta situación sólo es un ejemplo más de la precarización de las Universidades públicas de nuestro país. La masificación de las aulas, el 3+2, las tasas realmente abusivas para poder cursar los estudios, la denegación de becas o los criterios cada vez más restrictivos de las mismas, nos dejan de nuevo a miles de estudiantes fuera de la Universidad. Sólo es un intento más de limitar la educación a unos poco privilegiados, perjudicando a los que menos tenemos; de declarar la guerra a la juventud y a las familias trabajadoras.
El mismo caso es el de las enseñanzas primarias, secundarias y medias que se ven obligadas a impartir las clases en barracones prefabricados, con un numero cada vez menor de profesores y victimas de la implantación de la ley educativa de la LOMCE que busca beneficiar descaradamente a la escuela privada imponiendo un modelo de enseñanza franquista y segregador de “tanto tienes, tanto vales”.
No sólo los estudiantes estamos en pie de guerra, más de 250 trabajadores de limpieza de la Universidad de Zaragoza y 10.000 en toda la provincia, se encuentran movilizados por un convenio indigno que contempla contratos de 40 horas semanales por apenas 648 euros. Por su lucha por la derogacion de la Reforma Laboral, contra el chantaje de la patronal y por los salarios dignos de sus trabajadores, los estudiantes estamos con ellos en la lucha.
Ahora más que nunca toda la comunidad educativa y la ciudadanía debemos unirnos por un objetivo común: Defender una educación pública, laica y gratuita, lejos de las manos de aquellos que quieren hacer de nuestra formación un negocio, sin recortes, sin clasismo, igualitaria y accesible para todos. No vamos a dejar que destruyan lo que con tanto esfuerzo nos ha costado conseguir, debemos actuar. Es la hora de organizarnos, manifestarnos y demostrar que no tenemos miedo, que sabemos lo que queremos y que no vamos a dejar nuestro futuro en sus manos.
¡Estudiante si no luchas nadie te escucha!
¡Por una educación pública y de calidad!
¡Si se puede!
